“Clima Kitsch Mar del Plata” se basa en el tradicional adorno de acrílico “souvenir” que se compra en tiendas de regalos de las ciudades turísticas, en este caso Mar del Plata con los motivos marinos, que nos identifica según su cambio de color el clima; Si el objeto se pone azul: buen tiempo; violeta: variable y rosa: lluvia.
Llevar este objeto a gran escala nos da la posibilidad de contemplación que solo permite el “monumento” enaltecer el kitsch marplatense, lo vulgar y pretencioso llevado a una pieza admirable.
Este objeto escultórico, caballito de mar, tiene su altar en un marco de madera en un diseño de arco ojival / apuntado , misma forma que tienen las típicas casitas de santos ubicadas en los porch de las casas marplatenses.
En este caso es una figura de caballito de mar (animal declarado monumento natural), y la superficie en la que reposa el hippocampus es un empapelado característico de la década de los 70, superficie clásica de las paredes de las casas de clase media ubicadas cerca de la zona costera, como así también planta Potus, que en este caso hace de único pedestal.
Como todo altar tiene sus destellos; pero quizás en este caso no solo para estetizar la realidad, sino para recordarnos que el monumento a lo natural es una forma de acercarnos a entender el concepto de Proteger.


Walter Barrios

 

“Clima Kitsch Mar del Plata” se basa en el tradicional adorno de acrílico “souvenir” que se compra en tiendas de regalos de las ciudades turísticas, en este caso Mar del Plata con los motivos marinos, que nos identifica según su cambio de color el clima; Si el objeto se pone azul: buen tiempo; violeta: variable y rosa: lluvia.
Llevar este objeto a gran escala nos da la posibilidad de contemplación que solo permite el “monumento” enaltecer el kitsch marplatense, lo vulgar y pretencioso llevado a una pieza admirable.
Este objeto escultórico, caballito de mar, tiene su altar en un marco de madera en un diseño de arco ojival / apuntado , misma forma que tienen las típicas casitas de santos ubicadas en los porch de las casas marplatenses.
En este caso es una figura de caballito de mar (animal declarado monumento natural), y la superficie en la que reposa el hippocampus es un empapelado característico de la década de los 70, superficie clásica de las paredes de las casas de clase media ubicadas cerca de la zona costera, como así también planta Potus, que en este caso hace de único pedestal.
Como todo altar tiene sus destellos; pero quizás en este caso no solo para estetizar la realidad, sino para recordarnos que el monumento a lo natural es una forma de acercarnos a entender el concepto de Proteger.


Walter Barrios